VILLALAR COMO TESTIGO--, CUANDO NOS CANTA LA LUNA

VILLALAR ES EL DESTINO La Castilla comunera hoy recuerdas sus castigos, en fecha de primavera sabe de sus enemigos. Villalar como destino de aquella guerra nombrada, no fue camino divino lo que el pueblo recordaba. Estos campos castellanos regados con sangre altiva, hoy se vuelven más humanos y la historia lo motiva. Villalar sigue su vida siendo cita castellana, la batalla fue perdida pero la fecha no es vana. Pueblos marcados de historia que no borraron los años, aun viven en la memoria muchos de sus viejos daños. Castilla tiene leyendas de traidores y profanos, existen bonitas sendas donde pisan los hermanos. Villalar como testigo de promesas mal logradas, Castilla sufre el castigo de ver villas despobladas. Esta sufrida Castilla que conserva tradiciones, es esa tierra sencilla que a veces causa emociones. Villalar vive esperando otros sueños de esperanza, al tiempo que va notando que no es día de alabanza. G X Cantalapiedra. CUANDO NOS CANTA LA LUNA Cuando nos canta la luna en las noches de verano, vivimos con la fortuna de ver feliz al humano. Cuando los jilgueros cantan en las dulces madrugadas, sus males dicen que espantan en sus horas bien logradas. Cuando la noche se crece entre sonidos quebrados, parece que prevalece otros mundos hoy soñados. Quiere cantarnos la luna con mucho acompañamiento, el niño duerme en la cuna con tal acontecimiento. Brilla la luna en la noche sin dejarnos un suspiro, nadie traza su reproche, solo suelta algún respiro. La luna la blanca luna que nos regala su brillo, nunca la vi inoportuna en su caminar sencillo. La luna viene cantando en la noche silenciosa, su sonido va llegando con una voz deliciosa. El eco de sus cantares le sentí por los caminos, ella disfruta lugares en sus momentos divinos. La luna nos va dejando su melodía armoniosa, mientras vamos admirando alguna bonita rosa. G X Cantalapiedra. 23 – 4 - 2015