LA GRAN VÍA MADRILEÑA

LA GRAN VÍA MADRILEÑA Con un ambiente elegante la Gran Vía madrileña, parece más arrogante cuando su risa la enseña. Están sus aceras llenas en las tardes bullangueras, viviendo brisas tan plenas que se vuelven verbeneras. Se siente latir su prisa cuando miras a los lados, y sueltas esa sonrisa de ver sitios encantados. Caminar con paso lento sin sentirte atosigado, es vivir ese contento que te deja contagiado. Terrazas llenas de gente que son lugares guardados, donde conservan su ambiente de sueños despreocupados. El silencio se evapora en las tardes fervorosas, donde no importa la hora conocerás ciertas rosas. Gran Vía de escaparate de este Madrid altanero, que se vuelve disparate cuando gastamos dinero. Caminar por La Gran Vía con sentido aventurero, es una bella porfía del más guapo caballero. Madrid cruce de caminos que se refleja en Gran Vía, tiene locales divinos donde reina la alegría. G X Cantalapiedra.