martes, 28 de abril de 2015
AQUELLA TARDE DE FRÍO
AQUELLA TARDE DE FRÍO
Aquel mes de febrero de 1963, era frío y bastante húmedo, en la tierra de la profunda Castilla, donde la vida continuaba sin grandes sobresaltos, la gente joven había cogido el camino de la inmigración, y cada poco tiempo se escuchaba, que fulano de tal , se acababa de marchar hacia x ciudad o pueblo. Pero un acontecimiento hizo que aquella tierra se sobrecogiera. una joven de 17, años, acaba de morirse, y en aquellos momentos todo el vecindario, sintió un escalofrío grande, la joven que era muy religiosa y buena persona, había tenido la fatalidad de sufrir un maldito cáncer de huesos, y habían tenido que imputarla una pierna, aquel ángel de mujer joven, se encontraba sufriendo y padeciendo horribles dolores, que parece que los llevaba con muchísima dignidad, la noche anterior a su fallecimiento, pasaron por su puerta unos jóvenes que venían del casino de jugar a las cartas, y de ver la televisión, cuando vieron todas las luces de las ventanas encendidas, algo les hizo pensar mal, uno de ellos comento, Creo que este ángel de mujer esta bastante mal, a lo que los demás jóvenes callaron, quedándose mudos durante unos instantes, luego una vez alejados de aquella casa céntrica, comentaron. “Parece que Dios siempre se lleva a los mejores antes que a los malos”. El silencio volvió de nuevo aquel grupo de chavales jóvenes de la edad de aquella mujer que se la tenia encasillada entre las mejores y mas buenas personas de aquel valle de lagrimas. Parece que aquella noche de madrugada, la guadaña de la muerte vino corriendo a por ella, pero las campanas a muerte de aquella villa, no sonaron hasta pasada media mañana, cuando la gente se encontraba trabajando en la agricultura , algunos lejos del valle, y otros si llegarse a enterar de tal acontecimiento, sin saber como, un joven buen amigo de la fallecida se entero a las dos de la tarde, que paso un mozo de mulas y se lo comento, diciendo iras esta tarde al entierro, el joven recibió un mazazo en su interior, aquel ángel de mujer, la había llevado en su mente bastante tiempo, y no podía faltar s su terrible despedida. Antes de llegar la fatal hora , el joven se encontraba dispuesto acompañar hasta la iglesia y luego al Campo Santo, en aquel viaje que nunca lo hubiera deseado. Pero la vida tiene sus intríngulis, y sin saber como era testigo de aquella despedida, donde los ecos del cura cantando y su sacristán , se calaban en el cerebro como si fueran consignas grabadas. que le acompañarían hasta el día de su vejez. El cementerio era un clamor de lagrimas que caían, y que sin darse cuenta aquellos amigos y vecinos, la estaban dando su ultimo adiós, existía un joven un poco retrasado, que sus llantos retumbaron en todo el Campo Santo, el joven amigo, sintió el frío de la tarde en todo su cuerpo, se daba cuenta que aquella despedida era algo más que decir a dios a una muy buena amiga, recordaba en aquel momento las conversaciones que tuvo con ella y otra amiga en la intimidad, sobre la religión cristiana y sus resultados, todo se le venia abajo, ahora el recuerdo le dejaría para siempre aquella tarde fría y heladora de cementerio, volvió de nuevo hacia su casa, donde sus padres le comentaron, es una pena la muerte de ese ángel, habrá que pedir a Dios, que la reciba en el cielo, se lo merece, el joven callo, sin decir lo que pensaba en aquel momento, tenia en su mente demasiados proyectos para el futuro, pero todo aquel calvario que conoció de cerca, le tenia pesimista el sentimiento. Han pasado muchos años, pero cada vez que el joven visita el cementerio donde descansan también sus mayores, ve sin lugar a dudas como se desenvolvió todo aquel entierro, como las lagrimas resbalaban por las mejillas de los allí presentes, mira la parte del cementerio donde descansa aquel ángel que apenas el día de hoy la gente se acuerda de ella, eso sí en la lejanía de otras ciudades, se habla del tema, sin poner nada claro, solo todos recuerdan el frío de aquella tarde, y las lagrimas corriendo por muchas mejillas. Hoy se me vi no al recuerdo su nombre y sus palabras en el casino, deseándola que se encuentre en el cielo, G X Cantalapiedra.
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