lunes, 13 de abril de 2015
CONOCÍ LOS BARRIOS CHUNGOS
En mis noches de trabajo
conocí los barrios chungos,
con algún maldito atajo
que castigo muchos rumbos.
Los caminos de la droga
dejaron huellas profundas,
muertes juzgados y toga
entre sus frases rotundas.
Avenida de la muerte
con sus chabolas quebradas,
el trasiego permanente
dejo las sendas marcadas.
En Chueca y sus aledaños
un mercado callejero,
logro su fama de daños
por el maldito dinero.
El Dos de mayo presiente
que aquella droga se asume,
al joven que es más valiente
aquel vicio le consume.
Calles que marcaron muertes
entre penumbras calladas,
humanos que están ausentes
con sus vidas acabadas.
Conocí los barrios serios
donde la droga campaba,
mientras buscaban misterios
que al humano destrozaba.
Madrid entre pasos raros
tuvo la muerte en sus calles,
mientras algunos avaros
no escuchaban sus detalles.
Jeringuillas ensuciadas
en parques y alcantarillas,
con farmacias atracadas
hicieron sus maravillas.
Sin conciencia de sus daños
la droga marchó volando,
fueron muchos lo peldaños
que las usaron robando.
Madrid recuerda su drama
de robos y sufrimientos,
hoy se quiere buscar calma
para evitar malos vientos.
G X Cantalapiedra.
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