lunes, 6 de abril de 2015
CORRÍAN TIEMPOS DE HAMBRE Y RACIONAMIENTO
CORRÍAN TIEMPOS DE HAMBRE Y ESTRAPERLO
Eran los años 1945, y sus alrededores, cuando en el mundo acababa de terminar su segunda guerra mundial. En España hacia seis años que había terminado la guerra civil, que tanto sufrimiento y mortandad ocasionaron. El racionamiento del pan aceite tabaco y otros menesteres, hacían sentir a las gentes de poco poder adquisitivo, una verdadera necesidad de poder sobrevivir. Los pueblos de las dos Castillas, empezaron a sentir la mecanización de la agricultura, y con ella el paro en sus gentes obreras, que no teniendo ninguna ayuda, iniciaron el camino de la emigración e inmigración, unos hacia países extranjeros y otros a las ciudades que entonces empezaban sus industrias a ser lugares de trabajo, Las zonas de Cataluña, Vascongadas y Madrid fueron en la inmigración lugares donde las industrias afloraban, y lugares como Baleares y Levante, donde la construcción y el turismo empezaba a dar sus primeros frutos. En aquellos años era normal el enrolarse en barcos de navegación por el mundo, de muchos jóvenes aventureros, que deseaban salir de sus pueblos, para conocer países y tierras lejanas. Hubo zonas donde a los trenes de viajeros, se les llamaba “El tragaburras”, por ser el medio de locomoción que usaban dichas personas, para iniciar sus viajes a otros lugares o países, y con el valor de aquellos burros al venderlos, podían pagarse el viaje hacia lo desconocido, y poder comenzar un nuevo tiempo en sus vidas. Fueron años de tristezas y despedidas, de casas cerradas o muy mal vendidas, ya que al ser muchas personas las que tuvieron que ser emigrantes, había demasiadas viviendas en venta , y lo mismo pasaba con tierras y animales, las personas que se quedaban en sus pueblos, podían comprar muchas de esas cosas por poco dinero, dándose el caso de no poder vender sus casas por falta de compradores. Hubo personas que se marcharon a la inmigración en los topes del tren, por no tener dinero ni para poder pagar el billete de ida, Aun recuerdo cierta historia de un inmigrante, que se fue desde Castilla León, hasta Bilbao en un tren de mercancías escondido, tardando tres días en su recorrido. Hubo cantidad de personas que se valían de amistades para poder ocupar parte de la vivienda de familiares y amigos, para poder empezar buscando un puesto de trabajo en cualquier industria, Los recuerdos siguen su camino, por esos campos y pueblos de las Castillas de emigración, donde aun quedan casas abandonadas y hundidas, que dichos ayuntamientos se han adueñado de ellas por falta de pagar las contribuciones, y han sido destruidas por los años con sus humedades y vientos. La Castilla misionera, tuvo en aquellos años muchas vocaciones, que después se malograban algunas, para empezar una nueva vida con mucha más educación o preparación, para ocupar cargos en bancos y puestos del estado. todos los seres humanos que pasaron por sus seminarios, tuvieron la suerte de conocer los estudios que les abrieron camino en su vida. Fueron años muy difíciles, el dinero apenas se movía en aquellos pueblos donde el trueque era de lo más normal, se criaba un cerdo por casa o a veces dos, y con ello se conseguía tener la despensa preparada para aguantar todo el año, los lujos y vacaciones nunca existieron en casa de los obreros, solo con poder comer todos los días, ya era un lujo, la vida en aquellos tiempos, la ropa era usada de hermano en hermano, y lo mismo el calzado, todo tenia su reciclaje, hasta las cascaras de melón eran usadas para dar de comer a los cerdos o gallinas, lo mismo con las granzas de los cereales, que se aprovechaban hasta para curar constipados, y lo mismo pasaba con los viñedos, sus cepas viejas y sarmientos, acababan siendo las mejores lumbres de cocinas y braseros. Sin olvidarnos de la leña de pinares y enebros, que actuaban de calefacción en el duro invierno castellano. Esa fue la verdadera historia de las dos mesetas castellanas, aunque ahora se vaya olvidando todo lo dicho aquí…. G X Cantalapiedra. 6 – 4 - 2015
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario