DESDE EL PARADOR DE DON ANTONIO MACHADO

DESDE EL PARADOR DE DON ANTONIO MACHADO Luces con brillos del Duero hacen bonitos paisajes, se percibe el romancero en esta tierra de anclajes. Mirando la lejanía con sus árboles testigos, siente la vista alegría al ver que pasan los siglos. Senderos que junto al Duero vienen dejando armonía, con esas piedras de acero que no suelen dar porfía. Desde el Parador pensando en esta Soria tan fría, el corazón va temblando buscando su sintonía. El Parador con sus huellas donde se encuentran amigos, que van divisando estrellas sin querer ver enemigos. Aquel Castillo guerrero en las cumbres del camino, son parte del romancero que allí marcaron su signo. Como el último destino sin comentarlo siquiera, cerca muy cerca el Espino no quiere poner frontera. Soria respira silencio entre sus bonitos pinos, nadie comenta desprecio en los momentos divinos. En este paisaje hermoso donde el viento suelta frío, el tiempo pasa gozoso al lado de este gran Río. G X Cantalapiedra.