ALMAZÁN MIRANDO AL DUERO
Almazán mirando al Duero
entre sombras pasajeras,
de algún sueño aventurero
que buscó las primaveras.
De testigo las murallas
que marcaron su grandeza,
Almazán tuvo batallas
de muchísima tristeza.
El Duero marcha orgulloso
sobre su vega tranquila,
con ese caudal gozoso
que en su marcha se perfila.
Estas veredas sorianas
repletas de soledades,
hacen grandes sus mañanas
sin comentar falsedades.
Almazán mora y cristiana
con sus huellas campesinas,
divisan su vega sana
entre arboledas divinas.
Piedras que marcan su historia
dejando pasar los años,
viejas etapas de gloria
con triunfos y desengaños.
El Duero no se lamenta
de sus silencios constantes,
su caudal que poco aumenta
hace bellos los instantes.
Álamos de la Ribera
con sonidos excitantes,
conociendo bien la espera
de los vientos arrogantes.
Almazán mirando al Duero
que le refleja su calma,
el agua suelta un te quiero
que llega dentro del alma.
G X Cantalapiedra.
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