jueves, 24 de abril de 2014
AQUEL 25 DE MAYO DE 1938
AQUEL 25 DE MAYO DE 1938
La muerte llego volando
sobre caballos de acero,
fueron vidas destrozando
con un terror pendenciero.
Alicante fue objetivo
del fascismo aventurero,
era claro su motivo
de metralla y bombardeo.
Eligieron el mercado
para matar a su gente,
estaba todo marcado,
fue Alicante penitente.
Los fascistas italianos
presumiendo de valientes,
sin sentimientos humanos
dejaron huellas latentes.
Los trescientos once muertos
por sus asesinos vuelos,
dejaron llantos tan ciertos
que apenas hubo consuelos.
Mil heridos sin batalla,
las bombas siembran el miedo,
todo parece que estalla,
la muerte no tiene credo.
Nueve aviones malditos
llenos de bombas y cieno,
y el pueblo lanzando gritos
al sufrir tan gran veneno.
Noventa y seis bombas grandes,
Alicante es cementerio,
los Savoia son gigantes
en aquel ambiente serio.
Alicante se lamenta
por sus heridos y muertos,
y el dolor hasta se aumenta
en los momentos inciertos.
El veinticinco de mayo
se vio morir a la gente,
la tragedia no es desmayo
en aquel terrible ambiente.
Los aviones machacaron
con bombas que rompen hierros,
y de gloria se llenaron
pensando que habría entierros.
Dos escuadrillas de muerte
dejaron su mala estrella,
ellos hablaron de suerte
y hoy se recuerda su huella.
Asesinos de las vidas
de mucha gente inocente,
sus conciencias perseguidas
lo llevaron en su mente.
Alicante tiene historia
de mucha sangre vertida,
aunque a veces la memoria
la suele dar por perdida.
Ahora que pasan los años
y los recuerdos perduran,
se conocen bien los daños
de tan horribles locuras.
Las lagrimas que brotaron
en aquel penoso día,
muchas conciencias notaron
lo duro que es la agonía.
Destrozados por las bombas
que no fueron fantasía,
que cayeron como trombas
para romper la alegría.
Las ordenes bien guardadas
para callar las conciencias,
las personas sepultadas
nunca obtuvieron clemencias.
G X Cantalapiedra.
24 – 4 - 2014
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