viernes, 21 de marzo de 2014
ERA UN CAMPO SANTO
ERA UN CAMPO SANTO
Los tristes cipreses
estaban callando,
hace muchos meses
yo les vi silbando.
Sentí que las penas
estaban llorando,
tumbas con cadenas
hoy las van atando.
Era un campo santo
de amargo destino,
note el sobresalto
que da el desatino.
Cruces entre flores
marcan los senderos,
que rompen amores
de ayer verdaderos.
Silencio entre tumbas
que se escucha el viento,
las cruces retumban
dando sufrimiento.
Todo los misterios
se agrupan pensando,
a veces son serios
y llegan llorando.
Tapias de ladrillos
marcadas de notas,
retienen los brillos
de penas que flotan.
Silencios de muerte
viven los cipreses,
es su triste suerte
aunque allí regreses.
Las penas calladas
guardan sus complejos,
hay fechas marcadas
que no están muy lejos.
G X Cantalapiedra.
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