domingo, 29 de septiembre de 2013

EN AQUELLA SOLEDAD

EN AQUELLA SOLEDAD Esperando noche y día que volviera su emigrante, se la acabo su alegría entre amargura constante. La soledad la invadía y una carta no es bastante, ella de amor se moría con su nostalgia de amante. Cada noche fue rezando esperando su regreso, la pena la iba matando con el corazón tan preso. Siempre esperando la carta donde la hablase de amores, ella empezaba a estar harta de sufrir los sinsabores. Las promesas no faltaban en sus buenas intenciones, las soledades flotaban entre malas soluciones. Los días fueron pasando y dejando nuevas huellas, el amor se fue aparcando camino de las estrellas. Las cartas nunca llegaban ni tampoco el escribía, algunos lo recordaban mientras la joven sufría. Nunca piso aquel destino a cumplir ciertas promesas, quizá no supo andar fino y tembló por las sorpresas. La vida le fue apartando de su tierra y de su gente, el ayer se fue marchando buscando un nuevo presente. G X Cantalapiedra.

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