CUANDO VEMOS ALICANTE DESDE LEJOS

CUANDO VEMOS ALICANTE DESDE LEJOS. Vamos viviendo la vida sin buscar extravagancia, no vemos senda perdida ni soñamos arrogancia. Pisamos ciertos caminos sufriendo su intolerancia, viendo coches asesinos que no respetan distancia. Alicante desde lejos te da buenos sentimientos, apartando los complejos que anulan convencimientos. Alicante se refleja con su Castillo elegante, mientras la mente se queja viendo su mar por delante. Visiones que van dejando muchos y buenos momentos, y Alicante va pensando en vivir sueños contentos. Esta ciudad de armonía que conoce desalientos, a veces tiene alegría y derrocha buenos vientos. Sin enmendar la distancia, ni buscar caminos viejos, esta ciudad da elegancia y anula muchos complejos. Cuando las noches son largas y se notan fríos vientos, no existen rachas amargas que arrastren los desalientos. Alicante en la distancia tiene bonitos reflejos, nunca abrazo la ignorancia ni quiso romper espejos. G X Cantalapiedra.