viernes, 23 de septiembre de 2016

ERA UNA MUJER CASADA

ERA UNA MUJER CASADA Aquel valle murmuraba de su vecina atrevida, y en la calle criticaba de su vida divertida. Un marido descuidado sin cariño ni reflejos, la daba siempre de lado llenándola de complejos. Una tarde sin pensarlo quiso cambiar de destino, y pronto logro alcanzarlo con un cariño divino. Escondidos en los campos fueron marcando sus días, temiendo los sobresaltos sin publicar armonías. Pronto se oyeron rumores con palabras sospechosas, el marido viendo errores quiso machacar las rosas. Amenazas con aviso de ser duro y traicionero, del amor y el compromiso hizo un crudo romancero. Aquella mujer casada notó la muerte a su vera, y una escopeta cargada quiso dejarla de cera. El amor lloro la ausencia de sus besos y caricias, el novio sin ver clemencia busco de nuevo primicias. Un camino recordado sin pedir divorcio alguno, aquel amor secuestrado fue un sentir inoportuno. G X Cantalapiedra.

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