martes, 15 de diciembre de 2015

EN AQUELLA TARDE

EN AQUELLA TARDE La tormenta junto al Duero con sus rayos y centellas, junto al terrible aguacero me recordó las estrellas. El gris de la tarde oscura se apodero del camino, aquella tormenta dura me levanto desatino. Rayos por el puente abajo, truenos que asustan la vida, no era ambiente de relajo aquella tarde perdida. El Duero como testigo de los rayos trepidantes, la tormenta de castigo con sus truenos arrogantes. En la tarde tenebrosa entre rastrojos tranquilos, la tormenta no es hermosa y menos si rompe silos. No existen las soledades en las laderas del Duero, la tormenta da verdades que se agrandan con el miedo. Esas tormentas de agosto que nadie sabe su credo, asustan a cualquier rostro con algún temido enredo. Rayos que no son distantes y descargan junto al Duero, son temidos sus instantes por el labrador sincero. G X Cantalapiedra.

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