domingo, 19 de enero de 2020

SE FUE A GALICIA CORRIENDO

SE FUE A GALICIA CORRIENDO Sin pensarlo demasiado, ni preguntar por el viento, como un hombre enamorado se marchó con sentimiento. Las lágrimas le flotaban, eran tiempos de lamentos, en su rostro le marcaban con gestos de sufrimientos. Una noticia llegaba para dejarle despierto, sobre su mente quedaba aquel nombre que había muerto. Quiso borrar las tinieblas, y desechar algo incierto, pero sus manos le tiemblan en tan grave desaliento. Se va corriendo a Galicia, entre nieblas y suspenso, la muerte nunca es delicia si al cuerpo le pone tenso. Una imagen que contempla metida dentro del templo, su mente piensa y lamenta lo duro que pasa el tiempo. Entre brisas de desaires, caminan al cementerio, a veces corren los aires marcando el momento serio. Galicia le fue marcando sus caricias y tormentos, donde gozo las delicias de amores que lleva dentro. Ahora retorna a su tierra, entre frases sin aciertos, con la muerte aquí se entierra los sentimientos despiertos. Cipreses que son testigos de llantos que están despiertos, que nunca serán castigos cuando se entierran los muertos. Cementerios que son llantos, entre temidos lamentos, no sirven rezos ni cantos, ni compromisos inquietos. La voz de la tierra tira, con sonidos muy derechos, y su sonido se estira sobre los temidos hechos. Se fue corriendo a Galicia, supo sufrir el mal trecho, más le asusto la noticia que llevó dentro del pecho. Hay momentos en la vida que no conoces aciertos, ni quieres saber la herida que tuvieron ciertos muertos. Cuando los vientos te silban, y ves que te sufre el pecho, los sentimientos se enfilan sin ver tu rumbo derecho. No quieres llorar las penas que la mente va sintiendo, ni quieres ver las cadenas que puedes ir maldiciendo. Eres parte del camino de un tiempo que va surgiendo, donde temes cualquier trino que te vaya compungiendo. Galicia le fue esperando, dura lección de silencio, que tan solo fue encontrando un caminar de misterio. Cuando los pasos te marcan con sonidos de lamentos, sobre tu mente se embarcan frases que te dan tormentos. No vale borrar las noches, ni sirve gritarle al viento, ni querer poner los broches a signos de desaliento. Cuando marchas a Galicia, porqué corren malos vientos, el aire nunca es delicia ni alaba tus pensamientos. Deja que pasen las horas, en esos malos momentos, las penas no se decoran aunque corran muchos vientos. Las promesas y el olvido tienen sus rumbos inciertos, ni saben del apellido de muchos queridos muertos. G X Cantalapiedra….

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