sábado, 5 de marzo de 2016

SUEÑOS DE AMOR OLVIDADOS

SUEÑOS DE AMOR OLVIDADOS Eran los años de mil novecientos cincuenta y cinco, cuando en la Castilla Profunda, se vivía una verdadera explosión de emigración, y muchas personas sobre todo jóvenes, se decidían marchar a buscar nueva vida y trabajo, que les fuera un poco más rentable. En aquellas fechas el joven de nuestra historia, que era un pequeño labrador, viendo que las fincas propias de su familia, y otras en renta, no le resultaban económicamente rentables, decidió al terminar el verano de aquel año, empezar su aventura en tierras madrileñas, Por atrás se dejaba, una novia que en aquellos años, económicamente estaba en mejor situación que el joven, y que su salida de aquella villa castellana, la parecía imposible, ya que tenía propiedades y terrenos, con los que poder vivir sin problemas. La despedida fue amarga, cada cual exponiendo sus ideas, y su forma de ver el futuro, pero aunque la joven insistía en defender su amor, hacia el joven, el no quería ser un aprovechado de su novia, si llegaba a casarse con ella. Al despedirse aquella noche del mes de septiembre, las lágrimas se veían correr por las mejillas, de la joven amante, que veía en aquella marcha, cómo sería el final de su amor. Los padres del joven, pronto vendieron sus acémilas y los dos carros, que tenían para la labranza, sin acaso esperar que nunca más su hijo volvería a trabajar en sus tierras. Las fechas fueron pasando, y aquel joven intentando abrirse camino en la capital de España, unas veces en la construcción y otras de camarero, ya que tenía una buena presencia física, y sus modales eran muy buenos. Se decidió por fin hacer unas oposiciones para trabajar, en el estado español, cosa que consiguió sin demasiado esfuerzo. Cuando por fin volvió de nuevo a su villa, se encontró con que la novia, se había cansado de esperarle, y estaba empezando a salir con un hombre algo mayor que ella, que sin embargo tenía más propiedades incluso que su novia, y era dueño de un coche todo terreno. Que en aquellos años parecía ser un mundo. El joven estuvo hablando con la que fuera su novia, y aunque la hablo de su trabajo en el estado, ella parece que había decidido el abandono total de aquel amor de juventud, que en aquel periodo de su vida, quería borrar de su camino. El joven defraudado, y sin querer saber más de aquel amor perdido, paso tan solo un par de días en su villa, y de nuevo regreso a la ciudad de Madrid, donde sin esperar mucho tiempo, empezó a salir con personas de su edad, y entre ellas conoció a una joven que le resulto mucho más cariñosa y bella, que su novia de juventud. Tuvo dos hijos con aquella mujer, y casi ni pisaba la villa que le vio nacer, Pero el fallecimiento de un familiar cercano, le llevo hasta allí, y aquella noche de nuevo tuvo delante de él, a la que fuera su novia de juventud, y sin casi darse tiempo de saludarse, ella le comento en voz baja, has sido y serás mí gran amor, hasta el día que me muera, cometí la gran torpeza de casarme con mi marido, que es celoso egoísta y mal pensando, además de maltratador, maldigo la hora en que me case con él, quizá mis padres me aconsejaron mal, miraron solo la situación económica, y fue su mayor error, y yo además viendo lo poco que me escribías, pensé que me tenias en el olvido, y eso me ha hecho hacerme una mujer desgraciada, y creo que no me perdonaré, el haber obrado de esa manera. El joven que entonces tenía cuarenta y pico de años, se quedo sin respuesta, por su cerebro pasaron muchos momentos, de convivencia con aquella mujer, a la que él quería por esposa, pero que fue imposible en aquellos duros tiempos, el poder convencerla de su situación en Madrid, donde llego a pasar estrecheces, y tener que dormir en el domicilio donde estaba de patrona, sin poder hacer muchos gastos, en aquella economía de trabajador por cuenta ajena. Un silencio que marcó las mentes de los dos es novios, que callaron, para que los vecinos, que estaban en aquel duelo, no llegaran a oír las palabras tan serias, que en aquel momento se estaban diciendo, los dos seres humanos, si poder hacer nada por cambiar aquel error, que en aquel momento era imposible de corregir, se apretaron las manos, y el sudor que tenían los dos, parecían que sus manos estaban mojadas de agua. Solo la presencia de la esposa del hombre, les hizo recapacitar, y decidir que su vida era otra en aquel momento, donde sin tener propiedades, vivían felices dentro de sus límites normales. Y sus dos hijos pudieron estudiar en distintas universidades, destacando en sus carreras…. G X Cantalapiedra.

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