LEVANTE COMO DESTINO

LEVANTE COMO DESTINO Las pasiones se desatan entre sus buenas arenas, y ciertas reglas se acatan para romper con las penas. Levante tiene las brisas de ese mar Mediterráneo, donde se viven sonrisas sin verte nunca foráneo. Leyendas llenas de gloria de un pasado turbulento, con batallas en su historia a la vez que sufrimiento. Desde Madrid a Levante por los caminos manchegos, con la mirada radiante queriendo evitar los sueños. Levante como destino buscando ese mar sereno, el viento se mueve fino y el calor no tiene freno. Palmeras que son delicias adornando sus terrenos, las palmas se hacen caricias entre los besos eternos. Este Levante de España que sabe el culto del fuego, su pólvora no la extraña ni el olor del buen espliego. Levante vive la noche con sus brisas y su anhelo, la fiesta no tiene broche ni jamás levanta el vuelo. Alicante me apasiona con sus ramblas y su cielo, es tierra que te emociona y que te ofrece consuelo. G X Cantalapiedra.