sábado, 19 de marzo de 2016

AQUEL SEÑOR FUE MI PADRE

AQUEL SEÑOR FUE MÍ PADRE Madrugaba cada día para ganar el sustento, trabajó con alegría buscando su rendimiento. Sus manos de campesino supieron labrar la tierra, con dignidad su destino en mí memoria se encierra. Frente que paso sudores con la mirada en el cielo, gestos de trabajadores que siempre buscan consuelo. Entre viñas y trigales en la tierra castellana, sus huellas fueron normales viviendo una vida sana. Aquel señor campesino que supo de poda y siega, marco su rumbo con tino y a su familia despliega. Sin dejar hora perdida quiso sentirse dichoso, su moral nunca vencida de su trabajo orgulloso. En su juventud quebrada marchó con susto a la guerra, y aquella etapa pasada a media familia entierra. Fechas que quedan marcadas para el resto de la vida, en su memoria grabadas cómo triste despedida. Los años fueron pasando dejando huellas profundas, su recuerdo fue dejando muy pocas cosas absurdas. G X Cantalapiedra.

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