EL DESTINO NOS EMBARCA

EL DESTINO NOS EMBARCA Sin buscar nuevos caminos ni soñar con añoranzas, vamos escuchando trinos sin hacer grandes balanzas. El destino nos embarca en lugares poco vistos, otras veces nos aparca porque no somos muy listos. Caminamos en silencio entre sombras tenebrosas, y tememos el desprecio de sufrir frases penosas. Buscamos luz y camino, con abrazos y pasiones, y hallamos el triste signo que provoca maldiciones. Tememos las emociones que nos llevan al olvido, sintiendo las sensaciones del ambiente sorprendido. Ese destino insolente que marca la diferencia, es terrible con la gente si solo da la indigencia. Es destino nos amarra con sus fuerzas tan feroces, tememos sus grandes garras que nos parecen atroces. Este destino maldito que viene dejando penas, a veces suelta su grito para aumentar las condenas. Es temeroso el destino cuando nos marca los pasos, nunca se vuelve divino y siempre nos da fracasos. G X Cantalapiedra.