SOBRE
TIERRA LASECANA
Hubo tiempos en Castilla
donde las piedras lloraban,
y mucha gente sencilla
los lamentos imploraban.
Sobre tierra lasecana
crecimos viendo lamentos,
de su gente castellana
que buscaba nuevos vientos.
En el día del trabajo
llevando camisa blanca,
se notaba desde abajo
que la vida no se atranca.
Fueron años tormentosos
de silencios reprimidos,
con sus ecos vanidosos
que a veces eran ladridos.
Sobre tierra castellana
con sudores de testigo,
aquellos trajes de pana
a veces fueron castigo.
Pensamientos que volaron
buscando nuevas regiones,
hombres que a veces lloraron
entre grises confusiones.
Lasecanos emigrantes
que se marcharon sin prisa,
sufriendo ciertos instantes
al ver que la pena eclipsa.
Las señas se van borrando
de las palabras agudas,
el camino fue olvidando
alguna frases absurdas.
Con la maleta en la mano
para romper tradiciones,
el lasecano es humano
y se sabe sus lecciones.
G X Cantalapiedra.
1 - 5 - 2018.
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