sábado, 19 de mayo de 2018

AQUEL MATRIMONIO QUE VISITABA POR PRIMERA VEZ ALICANTE.


AQUEL MATRIMONIO QUE  VISITABA POR  PRIMERA   VEZ  ALICANTE
Aquel matrimonio con 65, años, de edad, y recién jubilados los dos, se regalaron, las primeras vacaciones de su vida, al verse libres de trabajo, desde su lugar de origen, en La Castilla Profunda, era el año de 2010, en su automóvil, cargaron dos pequeñas maletas, y llenos de alegría, y con muchas ganas de vivir su nueva etapa, pusieron camino hacia esa tierra de palmeras y playas maravillosas, Primero tuvieron que circular, por la carretera de La Coruña, en dirección a Madrid cerca de 180, kilómetros, para poder entrar, en la llamada M, 40, vía de circunvalación de Madrid, donde desde esa carretera con mucha circulación, pudieron salir a la Nacional, III, cuando eran las diez de la mañana, de aquel mes de mayo, ya florecido, su primera parada fue cerca de Tarancón, localidad de Cuenca, y su paso por las tierras de La Mancha, les parecían muy conocidas, los viñedos y cereales, eran idénticos a los de su tierra de Castilla, siendo hasta los apeos agrícolas que vieron en su entorno idénticos, a los que ellos dejaron en su villa castellana. Su siguiente parada, fue después de a ver cogido, la autovía del Mediterráneo, en el kilómetro, 175, de la Nacional III, pasados unos kilómetros más adelante, en el punto kilométrico 37, en la localidad de La Roda, pararon en un restaurante, sin problemas de aparcamiento, y con unos buenos servicios de todo lo necesario, para poder pasar un rato descansando del viaje, donde antes de salir de su tierra, alguien les informo, de sus pasos a seguir en dichas carreteras. Todos los consejos que recibieron, antes de salir, en aquel apreciado y deseado viaje, les parecían fabulosos, desde La Roda, tenían que circular unos 202, kilómetros hasta Alicante, que recorrieron con esa luz que esa tierra marinera, suele tener en esa época del año, en su camino contemplaron, los Castillos de Chinchilla de Montearagon, Almansa, Villena, el famoso pueblo donde más curanderos existen en España, Elda, Petrer, y al pasar por Monforte del Cid, recordaron su paso por el colegio de aquella villa, donde el Cid, era la figura más admirada por todos los castellanos. Su llegada a la ciudad de Alicante, fue gozosa, desde la lejanía, su Castillo de Santa Bárbara, les daba la bienvenida, y sus torres mirando al cielo azul, les parecían ser elegantes y admiradas, el matrimonio castellano, siguió las instrucciones recibidas, y termino en el centro de la ciudad, en un hotel de dos estrellas, que después de bajar su equipaje, le indicaron donde aparcar su coche, en esos días de hospedaje, Todo les parecía brillante, sus paseos por La Explanada, eran un constante, la subida al Castillo fue delirante, el paisaje que se divisaba desde su cima, era de llevarlo en la retina, para el resto de sus vidas. Sus paseos por la playa del Postiguet, y a la vez por la Marina del Puerto, y el Rompeolas, les daban tantas alegrías, que se dijeron. “Ha merecido la pena el trabajar tanto, y a ver podido ahorrar, para poder disfrutar de este mundo de encanto, donde las palmeras parecen que tiemblan, con el pequeño soplo de viento”. Así se les fueron pasando aquellos 25, días de vacaciones, donde pudieron visitar Las Cuevas del Candelabro, en Busot, acercarse hasta Benidorm, donde disfrutaron viendo cantidad de personas mayores, que sus vacaciones, las deberían pasar allí, y poder de paso visitar, los dos museos del chocolate en Villajoyosa, donde pudieron sentirse en la gloria, con dichos olores y sabores. Aquellas primeras vacaciones en muchos años, fueron un iniciarse, en una nueva etapa de la vida de jubilados, Alicante y su entorno, les hicieron sentirse mucho más jóvenes, y con ganas de recuperar el tiempo perdido….      G X Cantalapiedra.         

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