LAMENTOS POR LA
TORMENTA.
Con el cielo
embravecido
y los campos
suspirando,
el granizo
recibido
dejo los campos
temblando.
Viñedos que están
brotando
sin florecer todavía,
el granizo fue
pegando
en una mala
armonía.
Esos llanos
lasecanos
con sus viñedos
verdejos,
vieron los cielos
ufanos
entre penosos
reflejos.
La tormenta
desbocada
viniendo siempre
de lejos,
dejo su huella
marcada
entre penosos
complejos.
Se desbordaron
las viñas,
con sus lindes y
barbechos,
hubo pinares con
piñas
que sufrieron
tristes hechos.
Los caminos
inundados,
con sus reflejos
maltrechos,
hubo lugares dañados
en los senderos
derechos.
La tormenta
desbocada
sin poder mirar el
cielo,
dejó su senda
marcada
sin entender de
consuelo.
Los labradores
airosos
quisieron mirar
su suelo,
y quedaron
temblorosos
al ver su poco
consuelo.
Las tormentas en
La Seca
muy cerca del
río Duero,
nadie sabe de su
meta
ni si roban el
dinero.
G X Cantalapiedra.
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