domingo, 26 de noviembre de 2017

LOS FRÍOS VIENTOS DE LAS CAÑADAS
Los fríos de Las cañadas
son recuerdos permanentes,
tengo las manos marcadas
de sus vientos penitentes.

Viñedos llenos de vida
con sarmientos relucientes
que a veces causan herida
y te tiritan los dientes.

Fríos venidos del norte
que dejan la tierra helada,
algunos les ven resorte
para quitar la acampada.

Las Cañadas son pasado
de otros tiempos temblorosos,
donde pastaba el ganado
entre pastores gozosos.

Fríos vientos castellanos
sobre la bella meseta,
hay momentos inhumanos
que ni la vida respeta.

Viñas llenas de sarmientos
que pisan los podadores,
aguantando fríos vientos
que a veces son heladores.

Los caminos castellanos
están llenos de leyendas,
con sus recuerdos humanos
que hacen más grandes sus sendas.

Mi mente vive recuerdos
de jornadas heladoras,
entre aquellos hombres cuerdos
que aprovechaban las horas.

Campos de vientos y fríos
que hacen grande la meseta,
el Duero con otros ríos
nos daba la niebla inquieta.

    G X Cantalapiedra.

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