LOS
FRÍOS VIENTOS DE LAS CAÑADAS
Los
fríos de Las cañadas
son
recuerdos permanentes,
tengo
las manos marcadas
de
sus vientos penitentes.
Viñedos
llenos de vida
con
sarmientos relucientes
que
a veces causan herida
y
te tiritan los dientes.
Fríos
venidos del norte
que
dejan la tierra helada,
algunos
les ven resorte
para
quitar la acampada.
Las
Cañadas son pasado
de
otros tiempos temblorosos,
donde
pastaba el ganado
entre
pastores gozosos.
Fríos
vientos castellanos
sobre
la bella meseta,
hay
momentos inhumanos
que
ni la vida respeta.
Viñas
llenas de sarmientos
que
pisan los podadores,
aguantando
fríos vientos
que
a veces son heladores.
Los
caminos castellanos
están
llenos de leyendas,
con
sus recuerdos humanos
que
hacen más grandes sus sendas.
Mi
mente vive recuerdos
de
jornadas heladoras,
entre
aquellos hombres cuerdos
que
aprovechaban las horas.
Campos
de vientos y fríos
que
hacen grande la meseta,
el
Duero con otros ríos
nos
daba la niebla inquieta.
G X Cantalapiedra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario