ESTHER CANTALAPIEDRA DE
LA SECA A
BARACALDO Y BÉLGICA
En el principio del siglo XX, La Seca de
Valladolid, conoció una penosa emigración forzosa, de allí salieron cantidad de
familias, en distintas direcciones, y en su mayoría, con el apellido que allí
abundaba más, Cantalapiedra, que ya desde años anteriores, eligieron el camino
de poder vivir o tratar de vivir, un poco más desahogados, aunque el año 1898,
fue una espoleta de marcha forzada, al sufrir el campo una helada el día 25, de
mayo, que no dejo ni viñedos ni cereales, que aquel año pudieran dar su fruto, en
aquel tiempo, La Seca tenía 1300, vecinos, que habitantes serian unos 5000, ya que
la media era de cuatro personas por casa, o vecino. Fueron años difíciles, y en
aquellos años de principio del siglo XX, la marcha hacia Vizcaya, fue
mayoritaria, en aquellos años, Esther Cantalapiedra, con sus padres y hermanos,
se empadronaron en Ortuella, Vizcaya, un pueblo al lado de las minas al aire
libre, donde sacaban el mineral, que luego sería hierro, una vez cocido en los
hornos, y en aquellos lugares, día tras día, los barrenos de dinamita saltaban
por los aires, unas piedras que atemorizaban a muchos de los emigrantes o
inmigrantes de entonces, que apenas conocían lo que eran esas montañas de
minerales, extraídos en aquel territorio, donde entonces la lluvia y el reuma
les atacaba diariamente. Esther pudo estudiar en la tierra Vasca, y logro sacar
sus estudios de maestra, y pronto llego a ocupar, el puesto de secretaria de la
Juventud Socialista de Baracaldo, donde al iniciar la Guerra Civil, tuvo que
marcharse con un montón de niños al exilio, en un barco mercante, que se
dirigió a Bélgica, donde intento rehacer su vida, al lado de aquellos niños, y
donde ella termino casándose, su lucha por los derechos humanos, la mantuvieron
presa durante la segunda guerra mundial, sus primos y hermanos, llevaron
parecido camino, unos hermanos en Inglaterra, y otros pasando la ocupación
nazi, en territorio europeo, todos eran niños evacuados de Vizcaya, que con el
tiempo algunos pudieron volver a España, El padre y un tío de Esther, a la toma
de Bilbao, aunque eran personas con más de cincuenta años, terminaron en el
penal de Cuellar, Segovia, por su afiliación a la UGT, donde estuvieron
recluidos cómo unos 10, años. Aun recuerdo a mí Madre, que me hablaba de ellos,
cuando era yo un niño, Esther, paso de todas las calamidades, de aquellos
penosos años, primero en Vascongadas, y luego sobre la tierra Belga, donde
después de casada, se murió su primer
marido, y así y todo, se comunicaba por correo internacional con sus familiares
de La Seca, aunque jamás regreso a España, su final de la vida fue duro, sus
hermanos, uno en Inglaterra y otro en Torrevieja, apenas tuvieron contacto con
ella. Aunque nunca renegó de la vida que tuvo que vivir, y en sus cartas,
recordaba todo lo que ella había vivido, y las peripecias donde ella participo.
Al terminar la dictadura en España, en
algún momento, pensó volver a ver a sus antiguos familiares de La Seca, pero su
salud bastante quebrada, se lo impedía, Yo tengo una hermana que lleva su
nombre, y apellido, ya que aunque mí Padre no era familia de ella, así se
apellidaba, en La Seca es muy normal, o entonces era normal, ya que muchos son
los Cantalapiedra, que salieron a recorrer el mundo, sin importarles cruzar
fronteras. Y sin prisa por volver han
dejado sus restos en la Ría del Nervión, o en cualquier lugar del mundo. Un
recuerdo solidario para muchos paisanos, que en aquellos tiempos difíciles, no
dudaron en iniciar una nueva vida, dejando atrás a sus familiares y amigos, que
les tuvieron presentes hasta el día de su muerte… G X Cantalapiedra…
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