AQUEL GALLO FANFARRÓN
Hoy me vino a la memoria
aquel gallo Fanfarrón,
que marcó para mi historia
un tremendo palizón.
Despertador de mañanas
y a la vez gran cumplidor,
sus intenciones no sanas
eran darme su lección.
Entre todo el vecindario
famoso fue Fanfarrón,
aunque sufrí su calvario
el me produjo evasión.
Una mañana sin prisa
me demostró su tesón,
y no me causo la risa
al verle cómo un ciclón.
Estiró sus grandes alas
y hacia mí se dirigió,
con sus garras enfiladas
su coraje me ofreció.
Temblé llamando a mí madre
que la sobraba valor,
y con una tabla grande
pronto le daba calor.
Aquel gallo castellano
que no tuvo sumisión,
en la cazuela fue sano
a la vez que gran ración.
Sus cantos por las mañanas
mostraban su entonación,
sin resultar nunca vanas
ni perder su condición.
Corral lleno de gallinas
y el gallo fue Fanfarrón,
donde todas las vecinas
conocieron su canción.
Hablan de Tierra Medina
y del gallo Fanfarrón,
sabiendo que su colina
era de tierra marrón.
G X Cantalapiedra.
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