APENAS CORREN LOS VIENTOS
Entre vientos marginados
el otoño va pasando,
sin ver los campos mojados
la otoñada no ha llegado.
Apenas corren los vientos
en las calles y los prados,
mientras que dan sufrimientos
el verlos contaminados.
La lluvia no se presenta
ni deja señal alguna,
hoy parece que se ausenta
con su rabia inoportuna.
Los clamores de la muerte
recorren muchos caminos,
y tienen su voz inerte
cuando no se ven divinos.
Estos tiempos tenebrosos
que dicen buscar consuelo,
me parecen horrorosos
cuando seco vive el suelo.
Lamentos de madrugada
en los pueblos castellanos,
donde empiezan la jornada
viendo sus vacías manos.
La sequedad con tinieblas
es un camino profano,
acaso lleguen las nieblas
con acento poco sano.
Vientos que marcan distancia
en los gestos más humanos,
la lluvia causa arrogancia
sobre suelos castellanos.
El polvo de los caminos
nos marca su conclusiones,
Castilla tiene los signos
de lamentos y oraciones.
G X Cantalapiedra.
16 -- 11 – 2017.
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