TORMENTAS POR EL DUERO

TORMENTAS POR EL DUERO Cuando paso Somosierra miro siempre en la distancia, con el olor de la tierra que nunca es extravagancia. Las tormentas sobre el Duero marchan con gran arrogancia, si llego Aranda prefiero no padecer ignorancia. Nubes que parecen locas dejan las viñas mojadas, las tormentas se desbocan con fuerzas inusitadas. Los olores de la tierra parece que se destapan, y ya nadie los encierra ni a los rayos les atrapan. Sobre el Duero las tormentas dejan sus huellas marcadas, cuando las nubes revientan se rompen ciertas calzadas. Puede venir el granizo como tromba destacada, que se vuelve más plomizo en la cosecha esperada. El Duero como testigo recibiendo la descarga, que se parece un castigo cuando la fiesta la amarga. Las tormentas sobre el Duero en tardes desconsoladas, se vuelve el granizo acero con cosechas machacadas. Tardes donde la tormenta sigue su ruta marcada, el labrador lo comenta con su familia angustiada. G X Cantalapiedra.