viernes, 31 de julio de 2015

EL FUMI DE MORATA SE REPITE EN MADRID

EL FUMI DE MORATA, SE REPITE EN LAS CALLES DE MADRID En estas calles de Madrid, donde la gente corre hacia sus transportes de locomoción, y que se pasan todo el día trabajando, sin poder levantar la voz, para no molestar al compañero. Existe mucho (Fumi de Morata), que solo buscan el poder vivir como señores, pero sin dar un solo palo al agua, logran en su juventud, una familia sumisa que les mantenga , les de dinero para diversiones, y que de vez en cuando les rasquen los “rincones” digamos otros lugares distintos, que no quiero hablar mal, estos “Fumi de Madrid”, los veo en las puertas de los “desguaces”, bebiendo cerveza y fumando en su mayoría hierbas, pero eso si con el móvil en la mano, y con la camisa recién puesta, se ve que copiaron del otro “Fumi de Morata, al caer la noche, ocupan asientos en los bancos de las orillas de los parques, donde a la chita callando se hacen sus colocones, como ellos dicen, son seres que viven sin trabajar, y que el trabajo no es su principal objetivo, están esperando que alguna tonta, como ellos dicen, les mejore su ritmo de vida actual, el “Fumi de Morata”, es su entrenador anhelado, quieren y creo que algunos lo logran, el no madrugar nada, el no hacerse ni la cama en su domicilio, donde sus padres les consienten todo, incluso hasta dejarles la casa por si tienen algún rollo patatero, como ellos comentan, para pasarlo bien, su meta es encontrar a esa mujer que les mejore su actual situación, que es , el vivir del cuento, y además con chulería, sin que les falten los cinco euros para sus vicios menores. Esta clase de “Fumis de Madrid”, se les encuentra a cualquier hora no temprana , holgazaneando y proyectando cualquier tema, que les pueda dar dinero, sin tener que sudarlo. Esta mañana vi a uno de los Fumi de mi Barrio, como se trasteaba a una joven que parecía bastante guapa y muy arreglada, que seguro no sabe que el compañero que llevaba con ella al lado, la dirá dentro de cuatros días , que le mejore su situación actual, para que pueda seguir acompañándola. Es lamentable que un joven con casi cuarenta años, nunca haya trabajado, y no por ser una persona invalida, si no por ser un verdadero holgazán. Su madre dice que su hijo no tiene suerte. Demasiada suerte a tenido con ella, que la señora se quita de sus necesidades primordiales, para que al “Fumi de mi barrio”, no le falte el dinero para sus vicios. Es de lamentar, que los seres humanos en edad de ser productivos, solo busquen una tonta como ellos dicen , para que les mantegan y les den dinero para poder relacionarse con otros parecidos a ellos. Esta mañana sentí vergüenza ajena. Parece que José Mota, nos a puesto en la realidad de muchos penosos casos, que hoy están al alcance de la mano, y que nadie quiere hablar del tema, y menos sus padres, que la mayoría de las veces les protegen, ayudan y les hacen unos verdaderos inválidos, para que en el futuro nunca puedan ser trabajadores validos. Espero que la seguridad social, de los años venideros, no tenga que pasarles una pensión por ser los vagos del barrio. Referente a que alguna mujer les quiera para casarse con ellos, eso será su problema, ya que en Madrid hace años que se paga a los gigoló, sin nadie levantar la voz, ni decir porque calles se pasean y de vez en cuando van mujeres a buscarlos, estos “Fumi de la era moderna” , parece que son una plaga que tiene su triunfal aparición, en las redes sociales y televisión. Al estar en el programa de José Mota, parece que algunos lo llevan a gala. Como se diría hace años, están saliendo del almario, yo diría que nunca estuvieron dentro, que solo sus familiares, les hicieron una forma de vida, que no es buena para ellos, por tener un futuro poco seguro, y además son personas nulas para la sociedad, ya que su forma de pensar y actuar, es dar un ejemplo nefasto hacia esa juventud, que lucha trabajando y estudiando, para tener una vida clara y resuelta, sin tener que esperar que nadie les mejore el presente. Solo son seres parásitos, que terminaran siendo la escoria de una sociedad, que pasara de ellos, y se verán con el tiempo, siendo los mendigos que nadie quiere tener a su lado. Mientras vivan los padres de ellos, quizá puedan sobrevivir, luego cuando falten sus padres, ya no encontraran trabajo, ni sabrán trabajar, solo serán los “Fumi de la chabola”, que están mendigando, para no morir de hambre. G X Cantalapiedra.

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