jueves, 9 de julio de 2015
SOÑABA CON SU NOVIA
SOÑABA DESDE SU TIERRA VER A SU AMADA NOVIA EN MADRID
Corría el año 1962, aquel joven agricultor, pensó darle una sorpresa a su novia, y decidió irse a la capital de España, para poder estar con ella, que el consideraba su gran amor. No fue nada fácil, para aquel joven que solamente había salido de su pueblo, para hacer el servicio militar forzoso. Tuvo que coger billete de tren, y decidido llego a la famosa estación del Norte, también llamada de Príncipe Pio. Allí alquilo un taxi que le llevaría a la zona de Embajadores, donde su novia acudía normalmente a la academia de peluquería, donde pensaba sacarse el titulo de oficial de peluquera. Lo que no sabia aquel joven era lo que le esperaba en aquel lugar, sentado sobre un banco de la calle espero que ella entrara en aquella academia, pasaron muchas horas, y su novia no aparecía por aquel lugar donde el sabia que estaba haciendo practicas. Viendo que no entraba ni salía, se dirigió al domicilio donde le mandaba las cartas de amor, que día a día la escribía. Al llegar al domicilio que el sabia de memoria, no muy lejos de aquella zona céntrica del Portillo de Embajadores, decidió entrar en el portal, a lo que el portero del edificio le pregunto, “Donde se dirige usted”, el joven contesto que quería ver a su novia de toda la vida. A lo que el portero le dijo que donde vivía. El joven contesto el piso y las señas enteras. Un silencio profundo se notaba en la portería de aquella casa, el portero se quedo medio parado, si, si es aquí le respondió, pero a lo mejor no le gusta lo que puede ver pasado un rato. Aquellas frases le dejaron al joven sobresaltado, su mente empezó a querer averiguar el por que de aquel comportamiento de aquel portero de la casa donde debía de vivir su novia. No paso demasiado tiempo para poderlo comprobar, vio venir por la calle a su novia del brazo de un joven arrogante y para el chulo. Sus manos le tiritaban, sus ojos se enrojecían al comprobar lo que estaba viviendo, la novia al reconocerle, le quito el brazo de encima a su acompañante, y todavía la quedo palabras para decirle a su novio, que haces por Madrid, el joven irritado y cabreado solo le quedo fuerza para decir. “ Hasta hoy eras mi novia, desde hoy jamás volveré a salir contigo”. El joven cogió su pequeña maleta y dando media vuelta salió de aquella situación demasiado deprisa, tratando de buscar un taxi que de nuevo le llevase a la estación donde había llegado a la ciudad. Durante el trayecto le comento al taxista, lo que le había pasado, el taxista quito importancia a tal asunto, diciéndole, “Eso puede ser un posible enamoramiento de pasar solo el rato, pero el joven no quería aceptar por novia y menos esposa, a una mujer que cuando salía de su pueblo, se divertía con cualquiera. El retorno a su pueblo fue duro y complicado, al llegar a su casa su madre le pregunto, “Hijo que pronto has dado la vuelta, no te ha gustado Madrid. Y el joven contesto a su madre. “No me dio tiempo a verlo, esa mujer que era mi novia , desde ayer hemos terminado. La madre se quedo un poco traumatizada, ya que la madre de la es novia de su hijo y ella eran amigas, desde su niñez. Ahora no sabría que decirla, ni como comentarla el fracaso amoroso que su hijo había sufrido en la zona de Embajadores de Madrid. La madre callo sin hacer más preguntas, en aquellos momentos el aire se notaba cargado de malas ideas. No pasaron más de tres meses, cuando la antigua novia volvía a su pueblo, aunque el joven nunca más quiso saber nada de ella, le hicieron preguntas en su pueblo, a lo que el siempre contestaba con evasivas, su es novia, al verse en el pueblo siendo peluquera, pensó que seria negocio el montar su peluquería, aunque sus padres la comentaron, que seria muy mala cosa para ella la fama que por el pueblo corría, sin pensárselo dos veces, de nuevo la joven peluquera regreso a Madrid, con las ideas muy claras, había fracasado como novia en el amor de toda su vida, y solo la quedaba el tener que trabajar en la ciudad, para salir adelante, sin un novio que la hubiera tratado como a una reina, el joven es novio, paso largo tiempo sin buscarse ningún amor, pero al pasar de los años, formo su familia y tuvo hijos, que le hicieron feliz, olvidando así aquel fastidioso desengaño cuando más ilusionado estaba, por ver aquella mujer que era un proyecto de futuro, y que se quedo en nada, en los aledaños del Portillo de Embajadores. Madrid.
G X Cantalapiedra.
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