NO HAY ABRIL QUE NO SEA RUIN

NO HAY ABRIL QUE NO SEA RUIN Abril de lluvias mimadas por los buenos labradores, que vienen encadenadas a los fríos heladores. Este abril le tengo miedo por ser frenético altivo, pienso que tiene su credo con algún raro adjetivo. Abril de sendas perdidas entre brisas pendencieras, con sus tardes deprimidas y vientos de primaveras. Abril nos viene marcando sin saber sus intenciones, al tiempo que va logrando un montón de sensaciones. Quiero buscar esperanza en este mes traicionero, más dudo de su bonanza y de su amor placentero. “No hay abril que no sea Ruin”, me dijeron de pequeño, son treinta días con su fin aunque no brille risueño. Abril de cantos floridos en los campos castellanos, trigales que van erguidos para que crezcan sus granos. En este abril de visiones donde el futuro se inventa, puedes vivir la pasiones que el trascurrir alimenta. Abril nos llega deprisa con sus viejas tradiciones, aunque tememos la brisa de sus malas intenciones. G X Cantalapiedra.