SETENTA AÑOS QUE MURIÓ DON ANTONIO MACHADO

SETENTA Y SEIS AÑOS QUE MURIÓ DON ANTONIO MACHADO Mirando el azul profundo que tiene el Mediterráneo, dejaba atrás este mundo al sentirse allí foráneo. Colliure le dio descanso en el final de su vida, su playa fue ese remanso de su triste despedida. España no queda lejos de tan penosa partida, el mar le dio los reflejos de sentir su patria herida. Se han pasado muchos años de aquel exilio forzoso, hoy comprendemos los daños de su caminar penoso. En el polvo del camino dejo sus lagrimas vivas, como un profeta adivino sus bellos versos motivan. Caminante de caminos entre pasos tenebrosos, frontera con mil destinos muchos de ellos horrorosos. Machado dejos sus versos que son coplas y canciones, y no conocen suspensos mientras siembran emociones. El viento de los caminos entre cantos de gorriones, hoy tienen distintos signos y menos complicaciones. Setenta y seis años pasan de aquel penoso destino, que en el recuerdo se amasan para hacerle más divino. Versos que siguen volando por la ribera del Duero, y a Soria llegan cantando su dulce amor verdadero. Han de pasar muchos años haciendo grandes sus versos, mientras notamos los daños de aquellos momentos tensos. La historia sigue su curso de penas y desconsuelo, su muerte tuvo el recurso de hacer más grande su vuelo. Su memoria sigue viva en los campos de Castilla, el recordarle motiva a mucha gente sencilla. Machado dejo su sombra de vivir las dos Españas, el pensamiento se asombra sin sufrir cosas extrañas. Los caminos no se olvidan de su dura encrucijada, a veces hasta se cuidan por ser su ruta marcada. Colliure como destino de aquellas duras jornadas, siendo final del camino de aquellas muertes penadas. En las montañas de Soria su recuerdo sigue vivo, se le tiene en la memoria con el mejor adjetivo. Machado versos latentes entre pinos y olivares, sus huellas están presentes en muchísimos lugares. G X Cantalapiedra. 22 - 2 - 2015.