sábado, 2 de enero de 2016

EL PADRE QUE NO ACEPTABA LA BODA CON EL NEGRO.

EL PADRE QUE NO ACEPTABA LA BODA CON AQUEL MEDICO EMIGRANTE Soplaban vientos castellanos, en aquella familia acomodada, estaban de vacaciones en su tierra natal, y la voz de la hija mayor, recién licenciada en medicina, se dejo notar en el comedor de su casa, con estas palabras que parecían quemar el ambiente. “Mí novio vendrá mañana a conoceros y pedir mí mano, para casarnos este otoño”. A lo que el padre muy serio la pregunto a su hija. “Quien es ese individuo que tanta prisa tiene”. La hija que era la mayor de dos hermanas contesto. “Es un licenciado en medicina compañero mío en el hospital donde trabajamos”. A lo que el padre de la joven volvió de nuevo a preguntar. “De que familia procede y que intenciones tiene contigo”. La joven respondió. “ Es de mí edad y ha nacido en África, y no tiene ninguna familia en España, y es de color oscuro, mejor dicho bastante negro”. El padre se levanto de la mesa del comedor cabreado, diciendo a su hija. “Eso en esta casa es imposible, no pienso tolerar que entre un negro aunque sea medico por esta puerta, donde mis antepasados, han sabido tener dignidad y religiosidad siempre, y ahora tu que eres la mejor preparada de la familia, con tu carrera universitaria, te vayas a querer casar, con alguien que habrá andado cuidando cabras en el desierto, y que cuando hayas tenido algún hijo, si luego no os aguantáis se los llevará en la primera oportunidad que tenga a su país, y no los volverás a ver jamás, así que ya sabes cuál es nuestro proceder en esta familia, o cambias de idea o te veras sola en el juzgado para que sepas lo duro que es ir contra la voluntad de tus padres”. La madre de la joven se quedo sin saber que decir, aunque en el fondo estaba de acuerdo con las palabras pronunciadas por aquel hombre castellano, que siempre la había querido y respetado, en su matrimonio y en su juventud siendo su novio, la demostró que la quería por compañera y esposa para toda la vida. El final de la comida de aquel viernes del mes de agosto, se volvió turbulento, el padre con el sofocón recibido de aquella hija que había sido su niña bonita, y que tuvo que gastarse bastante dinero en su carrera universitaria, veía que sus ilusiones se marcharan por muy mal camino, la joven intento hablar con su madre, pero recibió la misma contestación. “Hija dile que no venga, que en este lugar de Castilla no están acostumbrados a ver negros físicamente, y que sería una falta de respeto el no dejarle pasar a nuestra casa”. La hija que ya tenía la carrera de medicina con especialidad incluida, se dio cuenta rápidamente que aquel propósito que ella tenía de ver en su lugar de origen castellano, al que a él le había prometido ser su esposa, y que la familia de ella le dieran la bienvenida, era imposible, sus padres, no aceptarían nunca aquel matrimonio, que en el mes de octubre una mañana lluviosa, en la calle de Pradillo de Madrid, en los juzgados, se llevaría a efecto, sin apenas invitados, ya que ni la propia hermana de la novia acudió a dicho enlace, solo un par de compañeros del hospital actuaron de testigos a la vez que de invitados, en un local de allí cerca, donde celebraron un pequeño almuerzo, para dejar señas de cómo una boda se celebra en la intimidad. La joven médico dejo de tener contacto con sus padres y su hermana, y su vida paso inadvertida en su barrio, que no la echaban de menos. Eso si el padre de ella cuando le preguntaban por su hija, contestaba. “Se marchó al extranjero con Médicos sin Fronteras”. Y nadie en su barrio ni los vecinos, llegaron a entender lo que allí dentro de aquella familia había pasado, todos pensando en que estaba en otro país lejano trabajando de médico. Los padres siguen ocultando la verdadera historia, sin dar explicaciones de nada. G X Cantalapiedra.

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