martes, 12 de enero de 2016

EN AQUEL MAR DE CASTILLA

EN AQUEL MAR DE CASTILLA Entre nieblas congeladas el Pisuerga marcha erguido, sus corrientes admiradas hacen un Duero crecido. Pesqueruela se divisa entre pinos y esperanzas, los dos ríos llevan brisa de sus aguas de bonanzas. En aquel mar de Castilla donde las aguas se abrazan, el paisaje es maravilla con esa fuerza que alcanzan. Nieblas llenas de recuerdos entre sus brisas heladas, los ríos parecen cuerdos con sus rutas encantadas. El Pisuerga caudaloso hasta el Duero se traslada, y Pesqueruela orgulloso contempla su fuerza helada. Entre distancias marcadas el Duero se ve gigante, por esas vegas plantadas su caudal es arrogante. Brisas de bellos instantes en Pesqueruela se crecen, con sus corrientes constantes que allí siempre prevalecen. Álamos de los dos ríos que son testigos perennes, sufren los escalofríos de sus vientos y vaivenes. Pesqueruela entre dos ríos de la tierra castellana, donde se sienten los fríos de alguna dura mañana.. G X Cantalapiedra

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