PREPARANDOSE LA LANZA PARA IR A TORDESILLAS

PREPARANDOSE LA LANZA PARA IR A TORDESILLAS Cuentan la viejas leyendas, que se escuchan en su calle, que aquel señor marco sendas que aun perduran en su valle. Ese Toro de la Vega de gran fiesta en Tordesillas, donde la comarca pliega y más sus gentes sencillas. “Ronjolilla” le llamaban hombre duro y optimista, sus facciones sonrojaban al verse un malabarista. Su lanza de fino acero en la fragua la afilaba, preparó con mucho esmero lo que en la noche soñaba. Como fiel aventurero sobre un asno cabalgaba, demostró ser caballero cuando la lanza clavaba. Hoy que han pasado los años y su nombre se repite, se viven los mismos daños hasta con el mismo envite. Siglos cargados de historia en esos mismos caminos, con su pena y con su gloria viviendo los mismos signos. Las lanzas brillan sin miedo esperando su momento, ellas conocen su credo y el temor al sufrimiento. Desde distintos caminos los caballos galopando, escuchando ciertos trinos que van la muerte anunciando. El camino a Tordesillas está lleno de viñedos, los pinos son maravillas y las encinas los credos. El valiente “Ronjolilla” desde La Seca marchaba, él era gente sencilla y el torneo le adoraba. No muy lejos de aquel puente que algunos llaman romano, “Ronjolilla” fue valiente y les gano por la mano. Entre amenazas forzudas paso peligro al instante, sus fuerzas que fueron rudas le cambiaron el semblante. Escoltado sin remedio pudo salir victorioso, por el camino del medio “Ronjolilla” fue orgulloso. Hoy la historia sigue viva entre muchos lasecanos, y la fiesta les motiva por sentirse muy cercanos. El Toro vive esperando entre gritos y pasiones, hay quien lo va criticando sin saber las tradiciones. Caballos que galopando hacen cambiar el paisaje, la Vega vive exclamando que su fiesta es de linaje. Siglos cargados de historia en las orillas del Duero, quieren romper la memoria que contiene el romancero. G X Cantalapiedra.