jueves, 4 de septiembre de 2014

CON LA SEQUÍA PENDIENTE

CON LA SEQUÍA PENDIENTE Voy recorriendo caminos donde la lluvia se niega, son tan penosos sus signos que la tormenta se pliega. Están los almendros tristes sobre los campos secados, aunque mucho ellos lo sienten hoy se ven muy condenados. Miro al cielo suspirando al ver tan penoso drama, la lluvia no va calando y está perdida la calma. Estas tierras levantinas llenas de sierras peladas, brillan tanto sus colinas que parecen encantadas. El agua nunca aparece en los veranos calientes, y la sequedad se crece con sus daños relucientes. Dicen que la gota fría se la espera en el otoño, y a la vez dice que enfría para que nazca el retoño. Estos caminos marcados por los terribles calores, parece que son dañados con sonidos de motores. Alicante se sorprende de ver sus campos desiertos, y ni el corazón lo entiende al ver los arboles muertos. Laderas que buscan agua sin importarles la fecha, la sequía no es extraña y viene haciendo su brecha. G X Cantalapiedra.

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