EL 30, DE OCTUBRE DELANTE DE LA TUMBA DE MIGUEL HERNÁNDEZ

EL 30, DE OCTUBRE DELANTE DE LA TUMBA DE MIGUEL HERNÁNDEZ. Hay fechas inolvidables, que no pierde la memoria, con sus signos admirables que suelen tener su historia. Miguel poeta del pueblo, cantor de luchas y llantos, cuando pienso en él, yo tiemblo al recordar ciertos cantos. Aquel pastor de Orihuela hombre de Levante humano, la guerra no le consuela al ver el frente inhumano. Sombras de viejos poemas corren por sufridos campos, a veces son los esquemas de llorar penosos llantos. Miguel sufriendo condena en las cárceles de Franco, donde vivieron la pena a la vez del sobresalto. Un treinta de octubre nace, como niño solidario, el futuro en el renace como si fuera un calvario. Alicante le recibe como un preso mal mirado, él en la cárcel escribe sus versos de puro llanto. Andaluces de Jaén versos que son un encanto, sin saber por qué ni quien hoy son recuerdos del campo. En este treinta de octubre quizá pise el Campo Santo, donde esta Miguel Hernández sobre su suelo enterrado. No valen ciertas promesas, no sirven los mercenarios, la vida tiene sorpresas que pueden darnos calvarios. Miguel poeta del pueblo, de ese pueblo solidario, que no teme nunca al viento cuando gana su salario. Alicante con reflejos de ese Mar Mediterráneo, que nada parece lejos y más si te ves foráneo. Hay tumbas que son testigos de sufrimientos intensos, que tuvieron sus castigos en los momentos más tensos. Cuando se muere el poeta sus versos levantan vuelo, al conseguir esa meta de ser poeta del cielo. Miguel nos dejó sus huellas, cargadas de amor del bueno, que iluminan las estrellas con dulzura y sin veneno. Las palmeras de Alicante saben de versos profundos, que escribió Miguel Hernández antes de dejar el mundo. Que no se rompen leyendas, que los versos sigan vivos, que existen las bellas sendas con bonitos adjetivos. Hay caminos en la vida que conocen los lamentos, con cualquier vida perdida que paso muchos tormentos. G X Cantalapiedra. 24 - 10 - 2019