jueves, 10 de octubre de 2019

AQUEL JOVEN CAMPESINO

AQUEL JOVEN CAMPESINO En los años de 1960, llegó a La Seca, un párroco Vicario, muy bien preparado de estudios y fe religiosa, que fue adentrándose en el mundo de los campesinos, con sus ideas progresistas y humanas, que eran todo lo contrario, del antes sacerdote que había ocupado su cargo, y que había logrado hacer más ateos que otra cosa, con su actitud poco humana y cristiana. Aquel, joven sacerdote, recién llegado, era un hombre activo, y amigo de los jóvenes del valle, que muy pronto se adentró en su mundo, con ideas nuevas y regenerativas. Entre el grupo de jóvenes, sobresalía, un sobrino del cura que ocupaba el puesto de Capellán del Hospital Provincial de Valladolid. Don Alberto Cantalapiedra Vegas. Este joven pronto destaco de los demás jóvenes de la Villa, siendo en muy poco tiempo, un seminarista de los Salesianos, donde inicio sus estudios para poder ser un buen misionero. El joven muy preparado y concienciado, empezó su vida de religiosidad, por los caminos de La América Latina, donde demostró su gran valor como cristiano, y sabiendo estar al lado de los campesinos más deprimidos, sin dejar de correr el peligro de alguna amenaza caciquil, que tuvo que sufrir en el desarrollo de su fe cristiana. Este joven entonces misionero, supo dar y entregar su vida y obra, realizando la construcción de varias iglesias, e incluso la Catedral de San Vicente de Caguai, en la Macarena. En Colombia, Pero volviendo a su juventud, diré que era un joven que pensaba, al mirar al cielo nocturno, de La Castilla Profunda, y se adentraba en los misterios de la creación del Universo, como un misterio imposible de entender por las mentes humanas, tan solo comentaba. “Ni los mejores teólogos del mundo actual, pueden explicar tan grande misterio, es una cosa tan maravillosa este Universo de Estrellas, Planetas, y Vías Láctea, que es difícil encontrar una respuesta en pocas palabras”. Yo me quede convencido de aquellas dudas, que yo entonces empezaba a pretender poder entenderlas. Hoy día sigo con las mismas dudas. Nuestro cerebro no puede encontrar la solución de aquellas dudas que son las de muchas mentes humanas. Y ahora recuerdo una noche dentro de mi Taxi, en la Residencia de Estudiantes de Madrid. Un sabio catedrático hablando conmigo a las tres de la madrugada, termino bajándose del coche y diciéndome, “cada vez que toco este tema, el cerebro se me niega a pensar en el oscuro misterio que fue y es la creación del universo, y me comentó. Las mentes humanas hoy por hoy, ni sabemos ni comprendemos tanto misterio, el ser humano siempre tiene la mente en el punto cero, cuando esto no existe, nuestro cerebro hace aguas. Y tienes que terminar agarrándote a cualquier cosa, para sentir que eres un punto sin apenas interés para el Universo. Aquella noche después de dejar aquel hombre sabio en su Residencia de Estudiantes, y casi rayando la Alborada, circule hasta mi casa, sin poder entender lo que aquel joven campesino, luego misionero famoso, en América Latina, pensaba de joven lo mismo que aquel catedrático de teología, pero con diferentes años del siglo pasado. Y me marché pensando, de dónde venimos , a donde vamos , quien trazo el punto cero de la actual vida en la tierra, quien hizo a la Madre Naturaleza, para poder respirar y progresar, sobre la corteza terrestre, quien fue el padre de todo el Universo, y a la vez quien fueron sus antepasados, de donde proviene tanta maravilla. Esas y otras preguntas le quedaron al sabio bloqueado, y se marchó diciéndome, hoy es una noche de las que no podré dormir a gusto, ya que esas preguntas no las quiero ni tocar, para que mi cerebro siga pensando en tanto misterio, sin saber su realidad. Me ofreció su mano al marchar, y vi que le temblaba de tanto pensar. Se adentró en la Residencia con la cabeza mirando al suelo, sin querer ver aquel cielo lleno de estrellas, que en Madrid pocas veces ves brillar. G X Cantalapiedra.

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