sábado, 12 de octubre de 2019

ALICANTE TIEN BUEN SEMBLANTE

ALICANTE TIENE BUEN SEMBLANTE Aquel joven venido de las tierras de Castilla, en el año 1968, tuvo que aprender a moverse por estas tierras de Levante, donde entonces la vida no era demasiado fácil, Aquel joven acababa de cumplir el servicio militar, y con su carnet de primera, se vio obligado a conducir hasta un motocarro, para poder mantenerse, y abrirse camino, su idea de venirse Alicante, le provenía de una joven novia, que antes de venirse el, a la ciudad de Alicante, ella ya tenía una tienda de ropa de niños en marcha, además de tener a la familia de ella viviendo en la ciudad. El joven trabajó hasta con un tractor en obras de carretera, pasando penalidades y demás cosas, en aquellos años, que el abrirse camino era difícil, aunque no imposible. La joven que él había conocido, desapareció de su vida y entorno, y su mundo de vivir enamorado, fue de lo más complejo, estuvo siendo compañero sentimental, de una mujer camarera, venida del norte de España, con la que forma una pareja, con muchos problemas, ya que cada cual era de una distinta opinión, y terminaron marchando cada cual por su lado, no mucho más tarde, encontró a la mujer que él pensaba que sería para toda la vida, pero sus fracasos amorosos eran siempre posibles, su forma de pensar y actuar, eran cada día imprevisibles, y intento convivir con una señora en aquellos años medio separada, ya que el divorcio no existía en España, y su vida en aquellos años fue de los más feliz, camino por las ramblas de la ciudad de Alicante, con ella del brazo, y sus viajes a la provincia levantina, le dieron mucha enseñanza, aquellos años le hicieron estar muy contento y acomodado en Alicante, todo le parecía bien, estaba echando raíces en la ciudad alicantina, sus costumbres y fiestas las vivía a tope, sus vecinos jamás le pusieron trabas, ni siquiera le llegaron a preguntar, si estaban casados. Y en aquel estado de pareja, continuaron durante muchos años, este hombre pudo llegar a su jubilación, y seguir viviendo con aquella mujer, a la que él a principio de su convivir con ella, dudaba de la duración, pero se equivocó, fue hasta bastante tiempo de él estar jubilado, cuando la maldita enfermedad del cáncer, se llevó la vida, de aquella mujer, a la que llegó amar sin ninguna duda. Y viviendo con ella el mejor tiempo de su vida, El día de su incineración, de aquella mujer. aquel hombre venido de la Castilla seca y polvorienta, se le cayeron las lágrimas sin poderlo remediar, fue como un zarpazo de la vida, cuando no quiere que seas feliz, teniéndote sin consuelo ni apenas familia, el hombre camino por las calles de Alicante, y en todas partes la veía a ella, su imagen se le reflejaba hasta en los escaparates, y las lágrimas afloraban cada instante. Aquel golpe le tenía hundido sin moral, apenas tenía fuerza para seguir caminando, y el volver a su domicilio, pensaba que sería un grave problema. Pensó en su tierra a la que apenas había vuelto, desde su licencia de soldado, y ya ni familiares le quedaban, quiso centrarse en el problema, pero era imposible, la mente se nublaba, y tan solo conseguía, el verse desolado si la compañía de su compañera de casi toda la vida, tuvo momentos dé poca lucidez, donde pensó, el morirse sería la solución, de este terrible tema. Pero al pisar Alicante, con La Explanada delante, le levanto las ganas de volver a vivir, sin querer llevar a cabo sus malas tentaciones, y continuar camino de su casa, donde la soledad de nuevo le invadiría. Después de tres días sin comer, logro ponerse en pie, y salir de nuevo a las calles, para empezar un nuevo camino, eso sí, sin poder olvidar aquel amor que tanto llegó a querer. Y que su fallecimiento le dejó con la moral por el suelo. G X Cantalapiedra.

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