EN LA CIMA
DE MADRID
El aire corre caliente
cómo marcando destino,
en este penoso ambiente
hoy nos conviene hilar fino.
Madrid despide calores
en todas sus latitudes,
que se envuelven en temores
sin conocer sus virtudes.
Con calores sofocantes
Madrid nos marca las horas,
de brisas interrogantes
donde los niños imploran.
Hay vientos que dejan huellas
entre tormentas y rayos,
y cielos con las estrellas
que pueden causar desmayos.
Calores que van dejando
sus penosos sufrimientos,
Madrid vive soportando
enormes calentamientos.
Estas fechas alocadas
que vienen medio escondidas,
nunca serán anheladas
aunque se ven protegidas.
Madrid tiene sus asfaltos
llenos de calores viejos,
que pueden dar desencantos
entre los negros reflejos.
Madrid sintiendo su drama
con calores inhumanos,
aunque no pierde la calma
van sufriendo sus humanos.
Estas brisas temerosas
de las cimas madrileñas,
hoy parecen horrorosas
y son de este clima dueñas.
G X Cantalapiedra.
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