SAN JUAN Y LA FUERTE
TORMENTA
Las tormentas de
Levante
siempre se vuelven
sentidas,
hacen daño en un
instante
y no son bien
recibidas.
Los destrozos
son temidos
por sus malas
consecuencias,
dejando barrios perdidos
con penosas
diligencias.
Barrancos llenos
de dudas
que siempre
parecen secos,
algunas cosas
absurdas
se critican por
sus hechos.
San Juan
sufriendo el desastre
rompiendo su playa
hermosa,
las aguas marcan
arrastre
en alguna hora penosa.
El Mediterráneo
admite
canales y
torrenteras,
y San Juan sufre
el desquite
de ver romper
sus barreras.
La tormenta se
desata
sin llegar la
primavera,
y la alegría la
mata
viendo el destrozo
a su vera.
Casas que son
inundadas,
con garajes y
praderas,
no son lluvias
bien llegadas
sí se inundan
las aceras.
Se lamentan las
palmeras
al ver los daños
flotando,
viendo muchas escombreras
que parecen ir
gritando.
Costa Blanca se
lamenta
de la tormenta
gigante,
y su pensamiento
aumenta
al ver la lluvia
arrogante.
G X
Cantalapiedra.
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