RECUERDOS CONTADOS EN EL “DESGUACE” DEL BARRIO
DE LA SALUD DE HORTALEZA.
MADRID.
Fueron años de penumbra, donde lo más
importante, era poder comer a diario, y en aquellos años de la posguerra en
Madrid, la hambruna, se dejaba notar, sobre todo en los barrios obreros, donde
la economía era demasiado mala, Hubo un hombre que ayer dejo de existir, que en
aquellos años era apenas un chaval, y ahora deja está vida con 91, años. Su
historia como la de muchas personas de aquella época, fue un calvario, la
mayoría de sus días, y que al no tener padre, por haber fallecido de
enfermedad, solo con una madre que alimentaba a los cuatro hijos, que eran en total,
y que en algunos momentos, no tenían ni comida en casa, para poder sustentarse,
él era el hermano mayor, y él era responsable de los hermanos, era demasiado
para un niño con esa edad, sobrevivían en una infravivienda, del barrio de
Vallecas, y aquel niño con solo trece años, se marchaba a la calle, para poder
buscarse la vida, ya que durante la guerra civil, estuvo en varias ocasiones en
peligro de muerte, por las bombas arrojadas sobre la ciudad de Madrid, por la
aviación franquista, ya que desde esa época la calle era su escuela y trabajo,
y donde día a día, se fue formando como persona, teniendo que vivir del
estraperlo, con tabaco, comida, aceite, y todo en lo que pudiera darle algo de
dinero, para ayudar a su familia, según él, le costó varias detenciones, y
pisar en alguna comisaria, donde le dieron castigo, por no respetar las leyes,
que en aquellos momentos marcaba la dictadura, el niño aquel se fue formando, y
años después, empezó trabajando de albañil, que más tarde le llevarían a ser
vigilante de un Museo importante de Madrid. Todo su recorrido fue duro, aunque
él jamás perdió su alegría y ganas de vivir. Que después de jubilarse, le
valdrían el tener muchas amistades en su barrio de Hortaleza, donde desde hacía
algún tiempo, pudo comprar una pequeña vivienda y vivir tranquilamente, hasta
el día de ayer, donde en el llamado “Desguace”, se oída decir por todas partes.
Se ha muerto “El Calorías”. Todo parecía una broma, pero el eco de aquella
noticia, no dejó ni un rincón de dicho Centro de mayores, sin escucharla, donde
el acudía mañana y tarde, para pasar los días entretenido, jugando al tute, y
de vez en cuando sí no jugaba, te contaba algo de su vida, que por lo que él decía,
no debía de a ver sido demasiado fácil , ya que pasó muchos ratos, esperando que
le dieran ciertos correctivos, y algunos de ellos, según me conto a mí en
persona, no fueron demasiado benevolentes,
Hoy “El Desguace”, parecía seguir su camino normal, ya que de vez en
cuando, suceden estos fallecimientos, que son causa de la edad, y a la mayoría de
las personas que allí acuden, no se inmutan demasiado, Ya que cuando alguien
falta, viene otro nuevo jubilado a ocupar su lugar, sin dar tiempo a pensar en el
camino, que nos espera a todos. Hoy los que le conocimos a fondo, y sabíamos su
historia, de buscador de la vida, le echamos en falta, pero además, pensamos, que
se llevo con él, mucha historia de aquellos penosos años. ya que su memoria era
un archivo, de cómo era Madrid y su problemática de entonces. Es un vacio el que
nos deja, que ningún otro jubilado de tan hermoso Centro, podrá llenar nunca. Madrid
tiene muchas historias como las de este hombre, que ya nadie las podrá contar
en primera persona, tan solo los que le conocimos de cerca, y hablamos con él durante
horas, podemos tenerle en nuestra memoria. Hoy he querido recordarle, no solo a
él, sí no a muchas personas hombres y mujeres, que en aquellos años tuvieron, que
buscarse los medios, de poder subsistir, en unas condiciones sobre humanas, y que
encima fueron criticados, y algunas veces castigados, por unas leyes, donde algunos
seres humanos, se sentían despreciados. Descanse en Paz, este hombre, que al final de su vida, no quería tener
enemigos. HORTALEZA. MADRID.
G X
Cantalapiedra. 22 - 3 -
2017.
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