viernes, 19 de junio de 2015
EN AQUELLA MAÑANA DE NIEBLA DE 1947
EN AQUELLA MAÑANA DE NIEBLA DE 1947
En la profunda Castilla, la niebla del mes de diciembre, se vuelve pesada y a veces se mantiene durante más de una semana, lo que hace que los árboles amanezcan helados y todos blancos llenos de fría escarcha. Pero aquel año de 1947, resulto además de ser una niebla de penumbra, con mucha oscuridad, dar la impresión de que existían fantasmas en aquel Cementerio, fue una niebla de una mañana fría y tenebrosa, ya que el enterrador de aquel bello valle, tuvo que aguantar la broma pesada de uno de sus vecinos, sin haberle podido reconocer. Era un joven zagal que le había oído contar que todos los días al llegar al cementerio, preguntaba en voz alta. “Animas del purgatorio que queréis”, y aquel joven vecino, que trabajaba de zagal, y que había sido testigo varias veces de aquella leyenda, del viejo enterrador, llamado Nicasio. Aquella mañana sin esperar a que apenas amaneciera, le comento a su pastor, voy a darle un susto a Nicasio, para que sepa lo malo que es encontrar algún vivo dentro del cementerio, sin esperar mucho tiempo dio la vuelta al barrio del Cristo, que es limite con el Campo Santo, y sin esperar más tiempo salto las tapias y se subió sobre un ciprés, de dicho cementerio, allí espero como unos veinte minutos, envuelto en una vieja sabana, que entre las ramas del árbol y la niebla que reinaba, era imposible el localizarle, Nicasio el enterrador abrió la puerta del cementerio, y por su pasillo central caminando soltó las mismas palabras que decía siempre, “Animas del purgatorio que queréis”, entonces el joven zagal, respondió con voz afónica, dos reales de cacahuetes. Nicasio tiro la azada que llevaba sobre el hombro y sin pensárselo dos veces, salió de aquel Campo Santo como alma que lleva el diablo. Corriendo hacia el Ayuntamiento, para dar la noticia de aquella mañana de niebla. En la secretaria de aquel bonito edificio, existían las escuelas y la secretaria del pueblo, donde el alcalde, no tomo aquel incidente en serio, ya que se llevaba algún tiempo comentando, que andaban los muertos entre las sepulturas en algunas horas de la tarde. Algunas personas lo achacaban, a que se había colocado un par de sepulturas con mármoles que tenían forma de seres humanos, además de vez en cuando alguna persona, se acercaba de madrugada a rezar a la puerta del cementerio. como la de un fraile que venia de una ermita iglesia, que estaba junto al río Duero, a pedir limosna al pueblo, y antes de entrar a realizar su recorrido, se arrodillaba a la entrada del Campo Santo para acometer sus rezos. Todo aquel ambiente tenebroso, le daba un aspecto de anormalidad, por lo que muchos vecinos cayeron en un miedo a lo desconocido, sin embargo el zagal, al enterarse del revuelo que se había formado, quedo con su pastor , en no contar nada de lo sucedido, ya que al huir del cementerio el enterrador Nicasio, el joven zagal salto del árbol, y después las tapias que no eran altas, y entre la niebla volvió de nuevo a rodear el pueblo, para llegar al local donde se encontraban las ovejas, y allí explicarle a su pastor las incidencias ocurridas. Pasaron bastantes años, sin saberse la realidad, si en aquel momento se hubiera sabido, que dicho joven había sido el bromista, habría terminado en la cárcel o en un correccional, solo las dos personas sabían la verdadera historia, y fueron secretos guardados, hasta pasados muchos años después, cuando dicho joven emigro a Bilbao, y su trabajo seria el de montador de grúas de la construcción, y alguien de su propia familia le comento, ten cuidado con las alturas, a lo que el contesto, naci para casi volar, tuve la osadía de subirme a la torre del pueblo por fuera, y llegar a la cima, mientras las campanas sonaban a vuelo, y la procesión entera se fijaba lo arriesgado de mis pasos, además le conto a su pariente, tuve mucho más miedo el día de niebla del mes de Diciembre, cuando asuste dando miedo a el enterrador Nicasio, lo de las grúas será un oficio lleno de riesgo, a lo que siempre estuve acostumbrado, pero mi destino debe de seguir siendo un aventurero. Aunque no era grande su altura, si su corazón y sentimientos, dejo marcado sobre aquel valle, sus reflejos de hombre pájaro sin miedo, todos los años en época de Agosto, volvía a vivir en su pueblo, aunque termino su vida en su segunda tierra de adopción, Bilbao, donde muchos de sus paisanos, le apreciaban por su sangre fría y su valor,
Descanse en paz, en aquellas tierras vascas, donde muchos paisanos dejaron sus vidas…. .
Esta historia ha sido verdadera. G X Cantalapiedra.
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