FIEBRE DE ROMANTICISMO

FIEBRE DE ROMANTICISMO Es imposible olvidarla me comento en el silencio, yo que tanto llegue amarla solo recibí desprecio. A la sombra de una encina la historia de un desconsuelo, yo mirando a la colina con un águila en el cielo. Sus palabras eran ciertas todo su amor sin consuelo, se cerraron esas puertas y el hombre vive su duelo. Me comento con dulzura, algún juramento eterno, que hoy parecen amargura en caminos al infierno. Me hablo de sus bellas manos de sus labios y sus besos, me dijo somos humanos que soñamos los regresos. Aquella mujer soñada entre románticos sueños, dejo su estrella marcada con sus momentos risueños. Aquella encina es testigo de sus palabras y miedos, pensó si seria un castigo por pasar de muchos credos. Romanticismo en su vida entre frases de despecho, tiene en su pecho una herida de aquel amor tan maltrecho. Se mira sus fuertes manos y quiere soñar despierto, pero sus sueños son vanos aquel amor esta muerto. G X Cantalapiedra.