martes, 22 de julio de 2014

EN LA ESTACIÓN DE QUINTANAS DE GORMAZ.

EN LA ESTACIÓN DE QUINTANAS El tren se marchó sin prisa dejando atrás a Quintanas, la duda tuvo su brisa en ciertas tristes mañanas. Hoy la sentimos desierta sin trenes ni pasajeros, sus vías están alerta a sueños aventureros. Ferrocarriles borrados con sus viejas estructuras, aquellos años pasados fueron a veces dulzuras. Quintana no tiene trenes que vayan por sus veredas, tampoco ofrece vaivenes si recorremos sus sendas. Quintanas con sus pinares hicieron bello el camino, el Duero trazó lugares que nos parece divino. Quintanas sin largos trenes en los caminos del Duero, están perdidos los vienes de aquel tren del romancero. Sonidos que viven muertos entre frondosos pinares, hoy son caminos inciertos envueltos en soledades. Quintanas si lo percibe en estos tiempos tan raros, aunque nadie allí lo escribe si se notan desamparos. El tren se quedo dormido sobre sus vías de acero, y a Quintanas no ha venido a cruzar el río Duero. G X Cantalapiedra.

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