jueves, 10 de julio de 2014

AQUELLA TARDE EN EL DUERO

AQUELLA TARDE EN EL DUERO El Duero siempre testigo de sufridos pobladores, le abrazamos como amigo en momentos soñadores. Aquella tarde en el Duero sentí sus aguas cantando, un romance verdadero que le sigo recordando. Amores que se terminan sin apenas comenzarlos, ellos solos determinan que no puedes olvidarlos. Dicen del buen caballero que estas tierras va pisando, que tiene manos de acero aunque camine soñando. El Duero marcha tranquilo sus aguas no sueltan llanto, y en sus orillas perfilo amores y desencanto. Son los álamos del Duero suspiros inacabados, sus hojas son romancero de algunos tiempos pasados. Los pinos guardan silencio al ver el Duero dorado, sin ponerle nunca precio a su paisaje encantado. Sonidos que tienen alma en las tardes junto al Duero, que pueden darte la calma si el amor es placentero. Los recuerdos siguen vivos entre pinos y senderos, existen los adjetivos de tiempos aventureros. G X Cantalapiedra.

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