Y DESPUÉS DE LA VENDIMIA

Y DESPUES DE LA VENDIMIA Al terminar la cosecha de sus viñas prodigiosas, se notaba cierta brecha al ver sendas no dichosas. Entre reflejos y sombras los caminos se marcaban, y volaban las alondras sin saber si descansaban. Eran días sin salarios para los trabajadores, que conocieron calvarios y a la vez siendo deudores. La sementera llegaba dejando surcos derechos, mientras el campo clamaba sus sentimientos con hechos. Campesinos toledanos que soñaban con su tierra, como los fieles cristianos solo su fe les entierra. Fueron años tenebrosos para las gentes manchegas, en sus sueños temblorosos vieron sus rutas muy ciegas. Hoy que pasaron los años sin entender las razones, no quieren hablar de daños ni de tristes sensaciones. La Mancha marca caminos de labradores airosos, sin precisar adivinos ni soñadores tramposos. La vendimia se termina sin contemplar los sollozos, algún hombre determina que son tiempos más gozosos. G X Cantalapiedra.