viernes, 27 de septiembre de 2019
AQUELLA TARDE EN EL SERVICIO MILITAR
AQUELLA TARDE EN EL SERVICIO MILITAR
Sentí vergüenza pensando
al llegarme a preguntar,
un teniente iba guardando
toda nuestra identidad.
“No me digas de La Seca,
y mira qué casualidad,
vamos a tocar la tecla
de alguna fatalidad.
Un mafioso de mi Villa
con nombre muy sospechoso,
sin ser de gente sencilla
quiso ser siempre orgulloso.
Me dijo que mala gente
es un diablo de verdad,
lleva con él en su ambiente
mucha negra falsedad.
Me callé muy convencido,
sin poderle contestar,
aquel tipo mal nacido
tuvo gestos de matar.
Los compañeros mirando
querían más claridad,
yo tan solo fue callando
al no existir falsedad.
El teniente se dio cuenta
que no quise contestar,
pero vi que le revienta
gente que llega a matar.
Nos miramos frente a frente
sin quererme interrogar,
tan solo pensó mi mente
es un diablo de verdad.
Hay momentos en la vida
que no es bueno el recordar,
se levanta alguna herida
a quien le tocó llorar.
G X Cantalapiedra.
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