viernes, 27 de septiembre de 2019

AQUELLA TARDE EN EL SERVICIO MILITAR

AQUELLA TARDE EN EL SERVICIO MILITAR Sentí vergüenza pensando al llegarme a preguntar, un teniente iba guardando toda nuestra identidad. “No me digas de La Seca, y mira qué casualidad, vamos a tocar la tecla de alguna fatalidad. Un mafioso de mi Villa con nombre muy sospechoso, sin ser de gente sencilla quiso ser siempre orgulloso. Me dijo que mala gente es un diablo de verdad, lleva con él en su ambiente mucha negra falsedad. Me callé muy convencido, sin poderle contestar, aquel tipo mal nacido tuvo gestos de matar. Los compañeros mirando querían más claridad, yo tan solo fue callando al no existir falsedad. El teniente se dio cuenta que no quise contestar, pero vi que le revienta gente que llega a matar. Nos miramos frente a frente sin quererme interrogar, tan solo pensó mi mente es un diablo de verdad. Hay momentos en la vida que no es bueno el recordar, se levanta alguna herida a quien le tocó llorar. G X Cantalapiedra.

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