TEJADOS, PARDOS
TEJADOS.
Tejados,
pardos tejados
de
mí villa lasecana,
recuerdos
siempre guardados
de
aquella edad tan temprana.
Entre
sueños recordados
viendo
casas malheridas,
aquellos
años pasados
fueron
fechas doloridas.
Cuando
los recuerdos viven
siendo
signos penitentes,
parece
que se perciben
aunque
vivamos ausentes.
Calles
que sienten olvido
sin
entender sus razones,
su
historia no se ha perdido
cuando
logran emociones.
Nombres
que no se ocultaron
en
fechas llenas de olvido,
gentes
que siempre lograron
no
verse nadie vencido.
Tejados
con tejas rotas
entre
goteras calladas,
fueron
casas con derrotas
que
se vieron destrozadas.
Hay
tejados que se notan
que
no son abandonados,
en
las tormentas rebotan
los
granizos marginados.
Tejados
que guardan brisa
de
vientos que son helados,
más
la lluvia nunca eclipsa
sus cimientos bien cuidados.
Entre los pardos tejados
llegaron las uralitas,
que son techos más volados
y hacen las noches fresquitas.
G X Cantalapiedra.
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