LA
NIEBLA DEL MANZANARES
En
estos días de niebla
entre
brisas heladoras,
parece
que El Pardo tiembla
en
la mitad de las horas,
Encinas
que son cubiertas
por
la niebla tentadora,
se
cierran puertas abiertas
mientras
a veces se implora.
El
Manzanares testigo
todo
vestido de blanco,
la
niebla no es el castigo
de
ningún triste barranco.
La
niebla viene corriendo
sin
entender de lugares,
que
a veces viven sufriendo
algunos
de sus hogares.
Niebla
que va silenciosa
por
los montes naturales,
no
marcha nunca orgullosa
al
ver los fríos fatales.
El
Manzanares respira
nieblas
que se vuelven frías,
y
la blancura se gira
en
estos plomizos días.
El
Pardo respira niebla
sobre
el río Manzanares,
su
blancura no es tiniebla
ni
para sus animales.
Nieblas
que cubren el monte
entre
sus ritmos normales,
el
frío deja el resorte
de
estos meses invernales.
Apenas
se mueve el viento
sobre
los montes del Pardo,
la
niebla deja su aliento
con
su paisaje de blanco.
G X Cantalapiedra.
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