jueves, 10 de noviembre de 2016
EL OTOÑO LASECANO
EL OTOÑO LASECANO
Campos cubiertos de niebla
en las mañanas más frías,
algunos dicen que tiembla
el eco de las porfías.
Viñedos que pierden hojas
mientras la lluvia aparece,
sus hojas se vuelven rojas
y algún frío prevalece.
Este otoño lasecano
lleno de brisas del norte,
no arrastra cariño humano
y nadie le ve resorte.
El verdor de los viñedos
se marchó sin darnos cuenta,
hay sarmientos con enredos
que alguna duda alimenta.
Estas noches otoñales
llenas de presentimientos,
nunca parecen normales
cuando dejan sufrimientos.
Las miradas son confusas
cuando las nieblas nos cercan,
hay muchas tardes difusas
que quisieran ser más tercas.
Otoño de soledades
en los campos lasecanos,
tierra llena de verdades
que son sus bonitos llanos.
Las miradas van al Duero
donde las nieblas aumentan,
el hielo se vuelve acero
y los fríos se alimentan.
Pinares en lejanía
con sus verdores perennes,
otoño es melancolía
entre brisas y vaivenes.
G X Cantalapiedra.
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