jueves, 2 de junio de 2016
LA SOLEDAD ME ASUSTABA.
LA SOLEDAD ME ASUSTABA
De niño cuando soñaba
busque las claras del día,
la soledad me asustaba
al no encontrar compañía.
Soledades del destino
que me dieron fortaleza,
sin querer ser adivino
vivo alegre en Hortaleza.
Los caminos de la vida
fueron escuela forzosa,
la soledad te hace herida
si tú vida no es gozosa.
Soledades que marchosas
se llenan de penitentes,
algunas contienen rosas
y otras solo don de gentes.
La soledad de mí vida
tiene sus fechas marcadas,
temo alguna despedida
por ser rutas denigradas.
Soledad de mis amores
que me marcas las pisadas,
no me llenes de dolores
en las tardes encantadas.
Cuando la tarde termina
con la luna de testigo,
mi soledad determina
si la vida es un castigo.
La soledad no se ausenta
ni quiere gritos perennes,
ella sola se alimenta
entre los raros vaivenes.
La soledad se engrandece
con el paso de los años,
quizá sufriendo padece
sin comentarnos sus daños.
G X Cantalapiedra.
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